
Entre la prisa y el viento,
entre la lluvia y la calma
estaré esperando que toques mi puerta
mientras pululan los habitantes
mientras maullan los insinuantes
pregonando la quietud del ser yo
en este sueño que puede ser realidad
Al final del día encontrarás
el fin de tus temores
entre el silencio del bullicio
las ramas de los árboles desnudas
volverán a estar llenas de hojas
mientras vocíferas la verdad ahogada
entre las sábanas bordadas de lágrimas
respiras de súbito para retomar tus tareas
sumerges la cabeza en los libros
mientras te apartas el flequillo
y suplicas obtener la llave
que al final del día derrivará la puerta
El aire se vuelve denso,
el aire se hace lento
el reloj se vuelve amenazante
empujándo con rabia los segundos
mientras tu pregonas la teoría que aprendiste
la práctica se hace inminente,
demostrar el cúmulo de ideas
plasmar en la realidad, en lo tangible
lo que digieres sin tener conciencia
A lo lejos una muralla de colores,
mientras tu repasas la escena
revisas los errores
meticulosamente buscas la forma de mantener el equilibrio
de evitar el daño
aunque eso implique seguir mordiendote la lengua
sin percatarte que cada noche, una leve brisa romperá el esquema
porque siemplemente la libertad es tu quimera
la locuacidad tu herramienta para acallar las preguntas
las indirectas
que fácil parecía ser un príncipe,
qué fácil parecía ser inercia
pues la verdad, nada lo es en real apariencia
la armadura se oxida, las palabras se atoran
las comisuras se quiebran ante el bálsamo de tus besos.
1 comentario:
ese corazón parchado me intriga demasiado
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