martes, febrero 07, 2006

F u l l h o u s e


La habitación huele bastante bien, cada cosa está puesta en el lugar que corresponde y hasta me sorprende la calma con que todo funciona. Acabo de recoger las pilchas que tímidamente puse a secar ayer por la tarde, lave los platos sucios que descansaban en la cocina, mientras estas acciones llegaron a su fin, espero que llegues a casa, en el intertanto este texto aflora de mis dedos sobre las teclas de mi laptop.

Alguien robo la inspiración esta tarde, obligarme a encontrarla sería como esas crisis que vienen cuando tu editor te dice “quiero esta nota antes de las 12 en mi escritorio”, cuando el reloj marca las 10 en punto. La angustia frente a una hoja de Word en blanco, la presión de la hora de cierre, y una pila de ideas sin aparente conexión entre ellas, suben a tu lado pensante, como un vómito de frases, buscas impetuosamente darle un sentido a tus garabatos, finalmente 20 minutos antes de la entrega brota toda la creatividad que pedías al cielo.

Esa misma sensación tengo frente a una tela en blanco, sólo he conseguido terminar 2 cuadros en mi vida, y ambos desde mi vaga noción de la estética, han sido horribles, generalmente la rabia se apodera de mi y termino desquitándome con el pobre intento de arte.

“La vida pasa mientras estamos haciendo otros planes”, diría jhon lenon en algún momento, pues yo digo a la mierda los planes, vivamos el día como si no hubiera tanta proyección posterior, tal vez esta libertad repentina alivie nuestra melancolía ante lo que no sabemos que irá a pasar, y si realmente no sabemos, porque nos preocupa tanto.

Por ahora sé donde estoy sentado, sé hacia donde más o menos quiero ir, y con este bosquejo me quedo, las pinceladas vendrán con los colores que yo vaya eligiendo para esta pintura que sí está aún en blanco, pero esta vez no tengo miedo, de lo que pueda resultar, porque si ponemos todo el corazón en algo es imposible que nos vaya mal.

La inspiración te toma la mano en el momento menos oportuno quizás sea tu presencia, o el carro lleno de mercadería que me hace sentir en casa, no lo sé, pero en este preciso momento siento algo que quisiera atesorar para cuando las vacas estén flacas.