Al fin se termina la semana, por alguna extraña razón, termino más agotado que la puta de la esquina, entre las clases y sus respectivas tareas, el odiado gimnasio, el trabajo y demases, no tengo ganas de dar un paso más...Estuve sacando cuentas, cosa que nunca hago y debo declarme en banca rota, cosa que no es novedad, tengo la extraña habilidad de gastarme todo el dinero que gano en no se qué. Los billetes se evaporan como por arte de algún mago. No alcanzo ni siquiera a sentir su olor, a que sus gérmenes contaminen mis manos. Siempre he pensado que el dinero no tiene otra función más que esa...Gastarse, pero llegue al punto en que debo aprender a retenerlo.

El hambre se apodera de mi, esa sensación de vacío en el estomágo, en que sientes como si fueras a caer al piso, cuando inventarán alguna pastilla que reemplaze el comer, Odio perder el tiempo en sentarme a comer, siempre termino engullendo, existen excepciones claro,cuando te invita alguien es "otra cosa". Me refiero más a tener que hacerlo solo, preparar la cena para uno es entre triste y aburrido. Somos animales creados para estar de a 2?. No resistí la tentación de preparar una marraqueta con queso derretido...mmm ñami ñami.

Más tarde paseamos por el Galindo con mis compañeros y platicamos sobre lo fácil que es para algunos entrar al sistema sin demasiadas complicaciones, mientras otros hacemos la larga fila para el casting. Recordé que antes de entrar llamé a una amiga "media-famosa" y le digo: Ey algún consejo para la prueba de cámara. "No sé nunca he hecho una", contestó.
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