Sin Sentido

Uno las letras, tratando de armar frases con sentido coherente, para que otro pueda entenderlas.

La verdad es que a esta altura da lo mismo, a la mierda con la coherencia, con lo que debe ser, con si alguien entiende o no lo que quiero decir, que cada uno entienda lo que desee, viva la libertad y el descontrol de las emociones.

Hoy soy sólo yo y mi falta de cordura se apodera de mi existencia, necesito abrir aquellas puertas clausuradas dentro de mi, por la educación que recibí. Odio tener miedo al rídiculo, Odio que mi imaginación esté congelada porque en el colegio nos cohartan las libertades lentamente, sin percatarnos si quiera. Odio un sin fin de cosas, que ya no quiero odiar, incluso a mi mismo a veces.

Quiero un mundo nuevo, el que soñé, en el que puedo ser feliz, no deseo estructuras, ni deberes...armo mi maleta y me voy a celebrar mi cumpleaños a Brasil y punto. No conozco y dicen, es algo bonito...pero no iré sólo llevo conmigo al que más amo, pese a las mentiras que cuestionan y sin querer erosionan este sentimiento, el cual renace a cada instante de entre las cenizas, como aquella ave que no sé su nombre, y por ahora será así y ya dejaré de buscar los 5 pies a un gato que es cojo porque tanta mugre, paraliza mi vida, dejándome fuera de ella.

El aire que respiro Martes y Viernes ayuda a ventilar la putrefacción ramificada en algunos rincones, pudiendo armar el puzzle nuevamente con otras fichas, con cartas distintas y dibujo una gran sonrisa interna que se transforma a ratos en una carcajada externa. ¿Cómo puede cambiar la intensidad de nuestras vidas en un momento que se vive hasta el último respiro?